El Ayuntamiento de Santa María de Guía acaba de contratar a 11 desempleados para la ejecución del Proyecto denominado “Instalación de riego para el aprovechamiento de aguas depuradas en las zonas verdes del municipio y obras complementarias”, redactado por los técnicos de la Agencia de Desarrollo Local que dirige José Reyes. Esta actuación, para la que han sido contratados 8 oficiales de primera en fontanería y 5 oficiales de primera en albañilería, se enmarca dentro del convenio Servicio Canario de Empleo y Corporaciones Locales, en el marco del III Plan Integral de Empleo de Canarias.
A través de la ejecución de este proyecto se procederá a instalar una red de riego para el suministro y almacenaje de aguas depuradas hasta los parques y zonas verdes del municipio. De esta forma, se colocarán un total de 3.000 metros de tuberías y se procederá a la limpieza e impermeabilización de dos estanques para el almacenaje del agua depurada. Dicha instalación permitirá, una vez instalada, el suministro de agua de riego a una superficie aproximada de 132.138,52 metros cuadrados.
En la actualidad, las zonas ajardinadas se riegan con agua de abasto y de riego existente, procedente de la desalación, con un elevado coste. La utilización de estas aguas, está justificada en función de tres aspectos importantes:
1. Ahorro Económico:
El coste del agua desalada es de 0,93 €/m3, mientras que si se utiliza el agua depurada el precio es de 0,25 €/m3. Si se tiene en cuenta el consumo anual de agua utilizado para regar los jardines y parques, aproximadamente de 40.000 m3, supondrá una reducción económica considerable de aproximadamente 27.000€/año, viéndose incrementado este ahorro, cuando se llegue a regar la totalidad de las zonas verdes proyectadas, en 89.100 €/año.
2. Mejor gestión energética del agua:
El enorme ahorro energético en la desalación, (bombas de impulsión, ósmosis inversa, etc.).
3. Mejor gestión del agua debido al aprovechamiento del agua depurada:
Desde el punto de vista medioambiental es muy importante la utilización de aguas depuradas para regar los jardines, reciclando el agua, algo que anteriormente no se podía hacer porque no existían redes de riego preestablecidas. El agua desalada y la proveniente de pozos se dejarán para la agricultura, teniendo los agricultores más oferta de agua de riego.